jueves, 4 de septiembre de 2014

Arroz con leche a tu salud, Blancanieves.


 Llevo todo el día recordando una imagen televisiva de mi infancia: Era el programa de la Dirección General de Tráfico que empezaba con la alegre secuencia de un coche estampanándose varias veces contra una roca tremenda mientras una voz en off nos alegraba la tarde con aquello de " El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra"
  Yo reconozco que en mi condición de cánido sentía una alegría malévola sintiéndome inmune. Pues no, los otros animales no sé, pero yo soy capaz de tropezar las veces que haga falta

  No se si recordáis mi affaire con la Madrastra de Blancanieves y como esa pequeña pájara le creó a la pobre la leyenda negra o como de nuevo me la dejé colar y acabó por robarme el coche.
  Esta vez temí lo peor al recibir una sentida carta de disculpa en la que me invitaba a su boda. Decía que era importantísimo que la perdonase o sería un mal presagio para su nueva y feliz vida junto a un príncipe encantador. De hecho me pedía que fuera su padrino ¡Nada menos!
  Ya me imaginaba alguna de sus jugarretas cuando llegase al lugar de la ceremonia y me encontrase mas solo que la una, pero en ese momento llegaron los tres cerditos alteradísimos por el notición: Ellos también estaban invitados, lo mismo que Pinocho, Caperucita, Pedrito el Pastor...todos mis vecinos.
  Quizá era cierto y se había  reformado, no sería yo quien les aguase la fiesta a todos.

  El día del evento nos reunimos todos en el lugar convenido, una capillita un poco apartada pero coqueta a rabiar. Yo lucía mis mejores galas, incluso gardenia en el ojal, no me había olvidado ni del arroz para cumplir con todas las supersticiones propias de estos casos.
  Pasó el rato y la novia no aparecía, pero todos sabemos que eso es lo que le da emoción a estas cosas.
  A las dos horas nos quedó claro que otra vez nos la había metido por la escuadra. El personal volvió a casa bastante mosca, después de emperifollarse para una boda real, pero eso no fue nada comparado con el globo que pillaron al descubrir que la niñata y esos enanos sarnosos habían aprovechado nuestra ausencia para desvalijarnos a fondo: No había quedado casa sin limpiar, ni la de paja, ni la de madera ni la de ladrillo, se las habían trabajado todas...

  Como en el fondo me esperaba algo así en lugar de hacerme mala sangre, cogí el arroz y me preparé un buen postre, que a mi Blancanieves no me amarga el día.

Arroz con leche de almendras

240 gr. de arroz bomba
100 gr. de azúcar + 1cs.para las almendras
1,5 l. de leche de almendras
1 palo de canela
la cáscara de 1 limón
canela molida

   Lavar el arroz bajo el grifo hasta que el agua salga limpia, sin restos de almidón.
   Poner a fuego medio la leche de almendras con el azúcar, el palo de canela y la cáscara . Cuando rompa a hervir añadir el arroz y cocinar removiendo frecuentemente hasta que esté en su punto y retirar. Poner en una fuente y dejar enfriar.
   Mientras en un cazo poner la almendra a fuego medio-alto, cuando empiecen a dorarse espolvorear con la cucharada de azúcar extra y remover hasta que estén caramelizadas.
   Servir el arroz espolvoreado con las almendras y la canela.

domingo, 15 de junio de 2014

La gallina de las alas de oro



   En este bosque puedes encontrarte a personajes que serían impensables en cualquier otro lugar: Hadas, duendes, príncipes/rana, princesas con problemas, enanitos, cerdos descerebrados.. Lo que convierte a un tipo trajeado y con una gallina bajo el brazo en una auténtica anomalía.


  No he podido evitar fijarme en él y cuando he hecho contacto visual se me ha acercado bastante ansioso. Según me ha dicho se había perdido en el bosque y acababan de llamarle para decirle que su madre estaba gravísima, un caso de vida o muerte. Al parecer le habían robado la cartera y necesitaba cash para volver a casa antes de que fuese demasiado tarde, así que me vendía la gallina a precio de ganga.


  Y no era una gallina cualquiera, esta, ponía ¡Huevos de oro!. Sabía que era una locura deshacerse de ella, pero no quería perder la ocasión de despedirse de su anciana madre y bla, bla, bla.
  A esas alturas yo ya había desconectado y estaba centrado en la gallina: Tenía que hacerme con ella sí o sí y en mi mente bullían los planes.


  ...Pero claro, dado lo singular del animal, la compensación tenía que ser cuantiosa, aunque hubiera que considerarlo más que un gasto una inversión que me resolvería la vida, me decía el fulano. Si no fuera por la situación en la que se encontraba no habría dinero suficiente para separarlo de su tesoro...
   Lo corté en seco, que me esperara allí sin moverse que volvía en un momento con todos los fajos que pudiese reunir.

  Me fui a casa, hice paquetes de 100 y los metí en una bolsa de basura rezando para que me hubiese esperado.
   El nota miró dentro de la bolsa y con los ojos como platos me puso la gallina en los brazos y salió como alma que lleva el diablo.
  Yo hice más o menos lo mismo, cogí rumbo a mi casa para poder estar a solas con mi adquisición.


   Esa noche mientras me cenaba al bicho, no pude evitar reírme imaginando la cara que se le iba a poner al primo cuando descubriese que los paquetes no eran mas que papeles de periódico con unos pocos euros encima para pagar el precio del pollo.
  ¡A mí con el timo de la estampita! Ja, ja,ja

Alas de pollo rellenas de soja (2 p.)
4 alas de pollo, solo la parte del jamoncito
60 gr. de soja texturizada fina 
1 c.t. de jengibre en polvo
1/2 c.t de canela
1/4 de cebolla
1 diente de ajo
1 huevo
harina para rebozar
Sal y pimienta
Aceite de oliva para freir

  Con un cuchillo hacer un corte alrededor de la parte de arriba del hueso (la parte estrecha) y retirar la piel. Tirar de la carne hacia abajo hasta que quede del revés, pero sin soltarla del hueso, reservar .
  Hidratar 50  gr. de soja  poniéndolos en un cuenco cubiertos de agua.
  Picar la cebolla lo mas menuda posible y rehogar hasta que esté transparente, añadir un pellizco de sal, el ajo igualmente picado, dar unas vueltas y retirar antes de que coja color.
  Precalentar el horno a 170º.
  Mezclar en un bol la soja hidratada, escurrida al máximo, con el ajo y la cebolla picada, las especias, 1 c.s. de huevo batido y un pellizco de sal. Introducir una porción de esta mezcla en la bolsa que forma la carne del ala y que queda colgando en la parte de abajo del hueso, cerrar. Salpimentar el pollo.
  Pasar por harina, luego por huevo y finalmente por los copos de soja restantes y poner  en el horno sobre la rejilla.
  Pasados 15´darles la vuelta y dejar asar 10´ más.
  Servir calientes o fríos.



miércoles, 11 de junio de 2014

Pizza de muerte lenta y un amor otoñal


Hoy he tenido una visita peculiar, nada menos que Geppeto, el padre de Pinocho. Al hombre se le veía un poco cohibido y eso que hemos coincidido un montón de veces en el bar. Para ponerle las cosas fáciles, porque era evidente que quería pedirme algo le he ofrecido mi ayuda.
   ¿Que razón tenía Marisa, de "El mito del sofrito" al decir que esto es como el "Hola"! Resulta que animado por el éxito que tuve con lo de su hijo el vejete ha pensado que a lo mejor podía echarle un cable a él para conseguir pareja.
   "En casa del herrero..."  pero al revés, no consigo novia ni de coña y ahora me veo de alcahuete. Pero el hombrito me dio pena y finalmente accedí. Lo tenía todo planeado, yo no tenía que mover un dedo. Lo único era atraer a mi casa con alguna excusa a el objetivo de su "amor otoñal" ...que no era otra que la abuela de Caperucita.

    Conozco bien a la señora, es una mujer muy inteligente, cultísima y bastante divertida y nos llevamos bien. Accedí a tenderle una emboscada, romántica claro, que luego todo se malinterpreta, mira el cuento sino..
    Con la excusa de pedirle  consejo la invité a casa, donde Geppetto, como buen italiano había preparado un banquete espectacular: Orequietti con radiccio, pizza, canolli... La idea era que yo me quedase para romper el hielo y facilitarle las cosas al ragazzo.

     La abuelita llegó puntual, elegantísima y bien dispuesta, apenas una elevación de cejas dejó traslucir su sorpresa ante lo que, desde luego descubrió rápidamente, era una cita a ciegas. Tuve mis dudas, ya que Geppetto es un encanto, pero mas bien del tipo rústico y ella un modelo de elegancia.
     Me devanaba los sesos pensando en temas de conversación cuando vi como él le daba a probar directamente la salsa de la cazuela con una cuchara de madera.
-¡Desastre!- Pensé.
     Pero al ver la mirada de ella me di cuenta de lo que debía hacer. Cogí una pizza y después de despedirme educadamente me largué.  Creo que me voy a cambiar el nombre al de Dr. Amor.

Pizza lenta de rúcula y jamón


Para la masa
       500 gr. de harina de fuerza
       25 gr. de levadura prensada
       225 ml  de agua templada
       1 c. t. de sal
Para la salsa
      3 c.s de AOVE
      1 cebolla mediana picada
      2 filetes de anchoas
      1 diente de ajo en rodajas finas
      5 tomates pera pelados y en cubitos
      2 ramitas de albahaca
      1 c.t. de azúcar
      1 c.t. de sal  
Para la guarnición
      50 gr de mozzarella rallada
      6 tomatitos cherry
      50 gr de jamón ibérico
      1 puñado de rúcula
      1 c.s.  de lascas de parmesano
      Aceite de oliva virgen y escamas de sal

  En primer lugar, mezcláis el agua tibia con la levadura, lo dejáis unos 5 minutos, hasta que burbujee.
  En un bol amplio ponéis la harina, hacéis un hueco en el centro y vertéis el agua con la levadura ya disuelta. Con una cuchara de madera comenzáis a mezclar, cuando toda el agua se haya absorvido, añadís la sal y amasáis sobre una superficie enharinada hasta lograr una masa elástica que ya no se pegue a las manos.
  Dejáis que la masa leve durante al menos 1 día en el frigo en un recipiente hermético donde quepa holgada, porque crecerá. Si tenéis paciencia y aguantáis hasta los 6 mejor aun. Mas de eso no he probado.
  Hacemos la salsa, rehogar la cebolla en el AOVE, cuando esté transparente añadir las anchoas y el ajo y a fuego suave remover hasta que ambos se deshagan. Poner los tomates, el azúcar y la sal y cocinar a fuego suave hasta que quede una salsa espesa, sin líquido. Añadir entonces la albahaca picada y dejar enfriar.
  Precalentar el horno a 250º y empezáis a estirar la masa hasta obtener un disco lo mas fino posible. Dejar que se relaje 10 minutos y lo pasáis a un papel de horno.
   Con una cuchara extender una capa de salsa sobre la masa, espolvorear el queso y colocar los cherris.
   Poner directamente en la solera del horno* 3 minutos, pasado este tiempo pasar a la rejilla y colocar en la parte de arriba, bajo el grill otros 3.
   En cuanto la saquemos repartir sobre ella cachos de jamón, para que se temple con el calor de la pizza, repartir la rúcula, el parmesano  y aliñar con un hilito fino de AOVE y la sal

  *A saber: Podemos pasar un poco de miedo al meter el papel en el horno, que se tostará, pero aguanta bien. Por supuesto esto es para hornos eléctricos, si el vuestro es de gas, colocad la bandeja en la base y la pizza sobre ella.
  No useis teflón, silicona, aluminio ni nada así: sólo el papel hará que vuestra pizza esté suuuuper crujiente.
  Poner el jamón con la pizza fuera del horno, queremos que "sude", no que se cueza.
 Conserva la masa en el frigo, puedes dividirla en 3 o 4 porciones y guardarla en hérméticos diferentes, a mas dias de fermentación mejor resultado

domingo, 1 de junio de 2014

Angel food, cherry bomb: Cuerpo de ángel, corazón de demonio (Maléfica)


Ahora que Angelina Jolie va a poner de moda a Maléfica con ese biopic muy muy novelado que se estrena estos días creo que es el momento de que os cuente mi relación con ella.
  Ya me han ofrecido jugosas exclusivas los mas virulentos medios amarillistas por mi versión de los hechos, pero ante todo soy un caballero y antes de que empiecen a circular mentiras e imprecisiones por ahí dejadme que os cuente lo que pasó:

  Maléfica no siempre fue maléfica, antes era una muchacha de lo mas adorable, que empezó su exitosa carrera en un concurso de talentos de la TV. Durante años la vimos crecer y siempre en el nº 1 de las listas, de princesa a reina.

  Hasta que apareció él: "El Rey" y empezó una guerra, bastante sucia, por los primeros puestos. El climax de esta lucha sucedió durante una gala internacional en la que el propio mánager de Maléfica, comprado por El Rey le tendió una trampa y la ridiculizó ante millones de espectadores.

  Debido a esta traición a la pobre se le fue la pinza y huyó. Yo me la encontré hecha unos zorros, dolorida y llorosa vagando por el bosque.
  Durante un tiempo vivió en mi casa, pero por más que la cuidaba, por muchos platillos deliciosos con que la tentase, casa día estaba más pálida y demacrada.
  Y mas guapa, entiéndeme. Pero también se le iba agriando el carácter, sólo pensaba en vengarse de El Rey, era una auténtica obsesión.

  Yo estaba loquito por ella y me parecía que el hecho de que casi se alimentara de Angel´s food era una señal de que todo pasaría y volvería a ser la chica dulce que fue antes de que todo empezase, ¡menuda bobada!. El corazón va por caminos tan tontos que solo un mono borracho entendería.
  No me importó que de pronto le diera por la estética gótica: Nadie podía lucir un tocado con cuernos de cabra con tanto estilo, ni que empezase a practicar la magia negra, me parecía que experimentar con cosas nuevas era bueno si la distraía un poco... Pero ya cuando se emperró en maldecir al bebe que esperaba El Rey tuve que decir ¡Basta!

   Con el corazón roto comprendí que necesitaba ayuda profesional. Fui tan tonto que pensé que cuando viniesen a recogerla de la clínica se iría dócilmente diciendo algo así como "Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos", pero aquello fue un desastre: gritos, golpes y maldiciones varias, que antes Lobo solo era mi apellido.

Angel food cherry bomb cake
(Antes de hacer esta receta ver las recomendaciones al final)

Para el bizcocho
8 claras de huevo
1 c.p de cremór tártaro (en farmacias)
225 gr de azúcar glas
100 gr de harina de repostería
2 c.s. de extracto de vainilla

Para el baño de cereza
200 gr de cerezas
el zumo de medio limón
75 gr de azucar
25 gr de mantequilla
3 c.s. de kirsh o licor de cereza

  Precalentar el horno a 170º
  Tamizar la harina tres veces y reservar
  Poner las clara en un bol, espolvorear con el cremor tártaro y una pizca de sal y empezar a batir. Si lo hacemos a mano ¡suerte y fuerza! Batir primero con calma y reservar energías para cuando empiecen a ponerse firmes que habrá que darle candela.
  Cuando firmen picos duros añadimos el azúcar de la siguiente forma: espolvoreamos 2 c.s y batimos 10 segundos, repetimos hasta acabar el azúcar.
   Por último añadimos la esencia de vainilla y batimos 10 seg. mas
   Con una espátula y movimientos envolventes incorporamos lentamente la harina.
   Ponemos la mezcla en un molde para angel food o uno metálico con chimenea SIN engrasar y horneamos en la zona medio-baja del horno 40´.
   Cuando haya pasado ese tiempo lo ponemos a enfriar boca abajo, si el molde tiene patitas así, sino apoyaremos los bordes en dos latas o similar para que el bizcocho "cuelgue" sin tocar nada.
   Mientras hacemos la salsa de cereza: dehuesamos las cerezas y las ponemos en un cazo con el zumo, ponemos 15, a fuego lento hasta que suelten el zumo u se ablanden. En ese punto añadimos el azúcar, subimos el fuego y removemos continuamente hasta que espese (unos 10´) Entonces añadimos el kirsh y retiramos. Trituramos y colamos sobre un bol donde estará la mantequilla. Dejamos enfriar.
  Para desmoldar pasamos un cuchillo por el borde y por la chimenea y golpeamos, servimos cubierta y acompañada de la salsa de cereza

   Para hacer este postre tan esponjoso hay dos cosas a tener en cuenta: El cremór tártaro es imprescindible para estabilizar las claras. Si no lo encuentras usa el sobre morado del agua de litines de mercadona.
El molde debe ser metálico y con chimenea y NUNCA antiaderente.

domingo, 25 de mayo de 2014

El bundt cake de limón, Esmeralda y el jorobado

 

    Si te hablo de dolor de espalda me dirás "¡Qué me vas a contar a mí!," porque sin duda este mal es la plaga de nuestros días.
   Yo me levanté bien jorobado, literalmente doblado, como un 7, mi idea del horizonte eran los dedos de mis pies.
   Busqué la dirección del fisio mas próximo y pedí cita de urgencia.


   Al llegar a la consulta busqué el piso en la placa de la entrada "Doctora Esmeralda, ático" y allá fui. Me abrió la puerta ella misma y me invitó a entrar amablemente. Lo primero que me llamó la atención fueron sus pies descalzos, porque no podía ver mucho más arriba, pero esos tobillos torneados no podían acabar mal.
   Me indicó una camilla de esas en las que empotras tu cabeza en un agujero, me embadurnó a base de bien con un aceite de aroma cítrico y dejé volar mi imaginación hacia un lugar donde esas manos celestiales no paraban de hacerme mimitos.


   Mientras me sobaba el lomo veía sus pies bailotear a mi alrededor y cuando me palmoteaba las carnes me parecía que daba un giro de lo más gracioso, aunque tal vez me engañaba la imaginación o los lagrimones que me empañaban la vista.
   Es increíble la fuerza que tiene una chica con los pies tan pequeños.

   De pronto irrumpieron en la consulta unos sicarios de los que se dedican al secuestro express y se la llevaron por la fuerza, en mi estado no tuve tiempo de reaccionar.
   Por suerte, en la escalera vivía un policía que les dio el alto y la salvó. Ni que decir tiene que ella cayó rendida ante el héroe...Un tal inspector Febo.
   Aun así no se olvidó de mí y de mis contracturas y me dio un repaso tan morrocotudo como eficaz.      Cuando recuperé la verticalidad y me enjugué discretamente las lágrimas, descubrí que su cara era a juego con sus tobillos. ¡Que pena no haberla salvado yo!
  Aunque no se si una mujer capaz de retorcerte así un antebrazo es lo que más me conviene, ji,ji


  No se porqué al llegar a casa se me antojó un bundt cake de lemon curd  con un té, mientras releía una de mis novelas favoritas: "Limonov"



Mini Lemon curd bundt cake (12 u,)

El bizcocho
125 gr de mantequilla temperatura ambiente
60 gr de azúcar
60 gr de azúcar integral mascabado
3 huevos (M)
1 yogut griego
200 gr de harina
El zumo y la ralladura de medio limón
1/2 c.t. de levadura royal
1/2 c.t. de bicarbonato
150 gr de lemon curd ( receta aquí)

El glaseado
2 c.s. colmadas de azúcar glas
2 c.p. de zumo de limón
2 c.p de ralladura de limón

   Precalentar el horno a 170º.
   Batir hasta que esté todo integrado los azúcares y la mantequilla. Añadir los huevos de uno en uno, batiendo hasta su incorporación.
   Agregar el yogur y seguir batiendo 3´mas y poner entonces la mitad de la harina, después el zumo y la ralladura y el resto de la harina. Siempre sin parar de batir.
   Por último añadir el lemon curd mezclando, no demasiado, con una espátula.
   Poner en los moldes, que habremos engrasado ligeramente con un pincel untado en aceite, alisar y hornear 20/25 ´o hasta que un palillo salga casi limpio.
   Dejar reposar 5´, desmoldar y pasar a una rejilla hasta que se enfríen completamente.
   Entonces preparar el glaseado mezclando el azúcar glas con el zumo, bañar los bizcocho e inmediatamente espolvorear con la ralladura.

 
    La receta es mi participación de este mes al reto de El Asaltablogs. El blog asaltado ha sido el de Mara, "Mas dulce que salado", de donde saqué esta deliciosa receta y que os recomiendo porque tiene una auténtica antología de la repostería.
    Hice alguna alteración respecto a la suya: Reduje la cantidad a la mitad para hacerla en versión mini, aumenté bastante la proporción de lemon curd (Ñam!) y sustituí la nata por yogurt griego. Además no pude resistirme a aplicar un glaseado de limón en vez del azúcar glas de ella propone y también en vez de azúcar integral use mascabado, en concreto Billingstons, le da un color mas oscuro y un sabor inigualable. Si os decidis por el formato grande acordaos de duplicar las cantidades y el tiempo de cocción.

lunes, 19 de mayo de 2014

Bollitos de té negro y naranja para Bella

 

   Estaba yo arreglando el coche,  no se que le pasa a los intermitentes que guiñan más rápido que Arturo Fernández ("Ay, chatina!") cuando oí abrirse la puerta del jardín.
   Así sucio y despelujado salí a ver quien era: Un señor con pinta de corredor de seguros estaba haciendo un ramo con mis mejores flores: Los lirios, las begonias...arrancados a lo loco y sin ningún cuidado.
   Le llamé la atención bastante mosca y el tipo casi se muere del susto, empezó a temblar y farfullar que no le matase, que me daba lo que quisiera. Yo esperé callado a ver si se le pasaba el susto, pero nada, rajaba y rajaba sandeces sin parar. Al final me dijo que me daba a su hija. Así que pensando que era un chalado le dije "vale, vale" y le empuje hasta la puerta.

   Cual sería mi sorpresa cuando al caer la tarde aparece en mi puerta una chica con una maleta. Pero, ¿qué clase de majara entrega a su hija a una bestia supoestamente aterradora? Intenté explicarle que no, que no hacía falta, que se fuera para su casa
  Pero ella se negó, tenía que obedecer a su padre y además acababa de pasar el último autobús.
  ¡Mierda!, yo seguía con el coche averiado así que no podía llevarla, no me quedaba más remedio que darle cobijo esa noche. Pero al día siguiente la ponía rumbo a casa, sí o sí.



   Desde el principio dejó su impronta en casa y yo, derrengado como estaba, hice un amago de impedírselo, pero era tan evidente que lo hacía con la boca pequeña que los dos lo dejamos estar.
   Mientras yo apañaba la cena con cuatro cosas, ella le dio un repaso impresionante a la casa, no es que estuviera sucia, pero le faltaba y mucho un poco de orden. Su eficiencia era tal que parecía el mismo mister Propper (Ahora Don Limpio) camino de la habitación enderezaba un cuatro, colocaba una cortina, centraba la alfombra...¡Auténtica magia!
  Cuando salí de la cocina ya estaba sentada, la mesa puesta, flores en los jarrones...


  Empezamos a hablar y Bella, que así se llama, me contó que había estudiado interiorismo, pero que al morir su madre se había vuelto a casa para cuidar a su padre y ahora no podía dejarlo sólo. Y era una pena porque tenía una oferta de trabajo estupenda en la ciudad.
  Yo le conté con que amor había cogido él un ramo para ella, lo que le extrañó mucho porque no le había dado ninguno, de hecho había visto un flamante ramo en casa de la vecina cuando pasó a despedirse...
  Nos dio la risa a los dos, cenamos, brindamos por su futuro en la capital y pasamos una noche inolvidable. Fue el principio de una buena amistad y quien sabe si de algo más.
   Para desayunar le hice unos bollitos de té y naranja para asegurarme de que no me olvidase y desde luego por su cara creo que no lo hará.


Bollito de té negro y naranja (Sin matarse a amasar)


140 ml de te negro muy concentrado
60 gr de pasas sultanas
30 gr de cáscara de naranja
6 gr de levadura prensada
150 ml de leche tibia
6 gr  de sal
 60 gr de mantequilla blanda
450 gr de harina 
35 gr de azúcar.

   Verter el té sobre las pasa y la cáscara y macerar 1 hora. Pasado este tiempo filtrar el  y mezclarlo con la leche en la que habremos disuelto la levadura.
     En un bol trabajar la harina con la sal y la mantequilla hasta que parezcan migas gruesas, incorporar el azúcar, las pasas y la cáscara, mezclar e incorporar los líquidos con la levadura y amalgamar bien todos los ingredientes.
     Pasar a una superficie enharinada y amasar 10´ hasta conseguir una bola lisa y elástica, meter en un recipiente hermético y refrigerar toda la noche.
      Precalentar el horno a 50º y apagar
      Al día siguiente pasar a una superficie lisa y amasar ligeramente hasta que vuelva a estar tierna y formar una especie de cilindro de unos 5 cm de diámetro. Cortar 15 rodajas y formar bolitas que aplastaremos y pondremos a fermentar en la bandeja dentro del horno forrada con papel, cubiertas con un paño una media hora.
     Sacar y subir la temperatura a 220º, poniendo una bandeja metálica, a poder ser llena de piedras en el fondo del horno.
En el momento de meter los bollos, pincelados con un poco de leche, verter 1/2 vaso de agua en la bandeja y hornear 20´.
    Comer templados o fríos.

* La receta está sacada de "Pan, bollos y otras masas" ("Pains, viennoiseries et tours de main de fond de pétrin, pains maison, recettes du boulanger") de la editorial Tikal, un libro muy recomendable con cerca de 130 recetas de pan, bollería y masa varias muy sencillo e interesante, que incluye recetas y técnicas explicadas de una forma asequible para torpes como yo. Yo la he tuneado ligeramente, sobre todo en la preparación aportando los consejos de Iban Yarza: Dejar levar toda la noche y poner vapor para conseguir corteza. El resultado es absolutamente delicioso!




lunes, 21 de abril de 2014

Tarta de merengue y limón para el principe de Cenicienta


   Nuestro bosque tiene un bonito estanque con nenúfares para las ranas, rocas para las sirenas y lo que se tercie. A mí, me gusta ir a sentarme allí, a la sombra del sáuce y crear la estampa bucólica que uno se espera por estos lares.
   Un día, mi lugar lo ocupaba un príncipe de ensueño con su capita y su canesú, príncipe doliente al que le caían por las mejillas unas lágrimas como garbanzos.
   Pensé en esfumarme discretamente hasta que me vió y ya no me quedó más remedio que preguntarle si estaba bien.

   Hay amigos de toda la vida a los que vemos venir de lejos y también amigos nuevos que al rato de conocerles es como si hubiésemos ido juntos desde la guardería. El príncipe era de los segundos.
   Hablamos mucho, callamos otro tanto y disfrutamos de nuestra mutua compañía. Finalmente me contó su historia
   El día antes, sus padres habían celebrado un superbaile en palacio para buscarle esposa. Él, para que no se disgustaran, había bailado con unas y con otras, pero la campanada la había dado una bella desconocida que a media noche había huido dejando tras de sí un zapato de cristal y mucha espectación.

   Mientras hablabamos los reyes tenían organizada una búsqueda por todo el reino prometiendo la mano de su hijo a la que fuese capaz de meter el pie en un zapato del 34.
   El asunto es que mi amigo había llegado al límite: Toda la vida se había plegado a lo que se esperaba de él, preparándose para un cargo en el que no creía, pues aquí el heredero tenía un corazón republicano. Y para colmo estaba enamorado de otra persona y no quería casarse con la dueña del zapatito por muy guapa y diviba que fuera. El disgusto a sus padres sería enorme.
   Y es que el chico y el más famoso bandido del bosque se querían desde niños.

   Donde el veía un nudo gordiano yo veía un problema fácil de resolver siempre que estuviese dispuesto a abandonar su vida regalada.
   Estaba dispuesto, así que sólo tenía que renunciar a sus derechos, explicarle a sus padres lo que llevaba en el corazón y venirse a vivir al bosque.
   Envalentonado por mis consejos fue a contarle todo a sus padres. Me gustaría deciros que todo fue como la seda. Pero no puede ser. Hubo gritos, lágrimas y bastante drama. El príncipe  acabó en el bosque con su amor y con una herida en el corazón.
   La boda fue discreta aunque feliz, yo contribuí con una tarta y al final un heraldo real apareció con un ramo de parte de sus majestades que hizo saltar de alegría a mi amigo.


Tarta de limón y merengue

Para la base
250 gr de galletas oreo sin relleno
75 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 c.t. canela
Para el lemon curd
150 ml de zumo de limón
3 huevos batidos
150 gr de azúcar
50 gr de mantequilla 
 Para el relleno
200 gramos de lemon curd
400 gr de queso philadelphia
3 huevos
20 gr de maizena
Para el merengue
3 claras de huevo M
200 gr de azúcar
1 ct de zumo de limón

   Reducir a polvo grueso las  galletas, mezclar bien con la mantequilla y la canela y forrar la base y las paredes de un molde presionando bien. Refrigerar
   Hacer el lemon curd poniendo todos los ingredientes en un cazo a fuego
   Precalentar el horno a 170 º y preparar el relleno: Mezclar con una espátula el queso y el lemon curd y las yemas que habremos batido con el azúcar hasta que blanqueen. Por último incorporar las claras montadas a punto de nieve con movimientos envolventes. Rellenamos la base de galleta con esta mezcla y horneamos 1 hora.
  Pasado este tiempo la dejamos enfriar dentro del horno con la  puerta abierta.
  Justo antes de servir precalentamos el grill a 220º. Hacemos el merengue montando las claras a punto de nieve y añadiendo el azúcar cucharada a cucharada junto con el zumo, batiendo hasta obtener un merengue firme y brillante. Cubrimos con él la crema de limón y le damos un golpe de horno, colocando la tarta en lo mas alto del horno lo justo para que se dore (2 ó 3´)

  * Esta tarta está inspirada en la "Tarta Teresa" del impresionante blog Kanela y Limón.