domingo, 2 de febrero de 2014

Empanadas caseras de sardina para una Cenicienta en apuros

¡Lo que no me pase a mí!
   Ayer pasa por aquí una comisión real preguntando si me pertenece un zapato de cristal. Mirando mis zarpas se hace evidente que no. Así que se van con el zapatito a otra parte.
   Hasta aquí nada demasiado raro para lo que es el bosque de los cuentos, pero no os preocupéis que hay más...

   "Chist, chist, tío"  - Me llama alguien desde debajo de ¡mi!cama.
   Intrigado, me agacho a mirar y descubro a una muchachita desaliñada con cara de susto y unos pelos que ni la bruja Avería.
   Resulta que es Cenicienta, una pobre huerfana que vivía, y lo digo en pasado porque se ha fugado, con su madrastra y dos hermanastras, con las que se entiende fatal, porque según ella son unas pijas de cuidado.

   Lo que yo había tomado por desaliño es totalmente intencionado, los pelos enredados son en realidad rastas y la carita sucia no es otra cosa que los restos de maquillaje. Su vestuario, compuesto por unos pantalones "cagones" y una sudadera XXL, completan el efecto.
  El otro día fue el baile real. Y ella, con la ayuda de una amiga "estilista", se coló. Con tan mala suerte que "ese cursi de príncipe se colgó por mi y los dichosos zapatos de cristal", según sus palabras.  De ahí que ahora la estén busquen por todo el reino para casarla con él. Es lo que tienen estas monarquías absolutas, te juegas la cabeza ante cualquier capricho de un tiranuelo endogámico.
   Le pregunté que para qué fue al baile si no le va ese rollo tan repipi. Resulta que su intención era ver a la banda que tocaba y pasarle al manager una maqueta de su grupo, cosa que hizo. Y hoy mismo la han llamado para ofrecerlas acompañar al grupo como teloneras en su próxima gira, pero si no se libra del príncipe no lo conseguirá.
   La tranquilicé enseguida, en cuanto se hiciese de noche la sacaría del reino, porque  nadie conoce los atajos del bosque como yo, si no me creeis preguntad a Caperucita.
   Mientras, cenamos un platillo humilde pero delicioso que hizo que se chupase los dedos hasta los nudillos.


Empanadillas de sardinas y patata.

Para la masa (1 docena)


75 gr de aceite de girasol
175 gr de harina
75gr de agua
1 pizca de sal

        En un cazo mezclamos el aceite y el agua y lo ponemos al fuego, cuando aparezcan burbujas gordas en el fondo lo retiramos.
      Le añadimos de golpe la harina con la sal y lo mezclamos todo bien con una cuchara de madera hasta que esté bien incorporado.
      Dejamos la masa reposar 30 min. en la  nevera envuelta en papel film.
      Enharinamos la mesa de trabajo y estiramos la masa bien fina (si se nos encoje, la dejamos reposar un poco más a temperatura ambiente).
.     Cortamos cículos de unos 10 cm. con un cortapastas o un vaso y los vamos colocando entre cuadraditos de papel de horno para que no se nos peguen unos con otros.


Para el relleno


1 patata mediana cocida
1 cebolla pequeña picada
1 c.p de ralladura de limón
1 lata de sardinas
25 gr de piñones (opcional)
 5 ramitas de cilantro

    Mezclamos todos los ingredientes, previamante desmenuzados y colocamos  una cucharada sobre un círculo de masa. No ponemos mucha cantidad o se abrirán. Mojamos un dedo en agua y lo pasamos por todo el borde, doblamos la masa sobre si misma y terminamos de sellar presionando el borde con las puntas de un tenedor.
  Freímos en abundante aceite de oliva bíen caliente o si lo prefieres puedes metralas 10 min en el horno a 175º pinceladas con huevo, quedan mas ligeras pero en mi opinión menos sabrosas ¡Un dia es un dia!

7 comentarios:

  1. Desde luego, nada como un lobo proletario para una Cenicienta liberada... que duda cabe!
    Me parece una cena acertada, para mí las empanadillas van al horno ya siempre, desde que mi médico c***ón y unos resultadillos de nada en el colesterol me tienen frita a mí toda entera, pero bueno, cuando te acostumbras te saben igual de buenas.

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  2. Pero bueno... al final quien hizo la cena... tu o cenicienta???
    Porque si fue ella ahora entiendo que te busques esa clase de amistades... jajajaj
    Es un placer leerte, siempre me sacas una sonrisa... besitossssssssss

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  3. Menos mal que Cenicienta te encontró a tí para que la liberaras de la tiranía monárquica!!

    Una cena de lo más resultona, y además con la masa casera, qué más podía pedir Cenicienta! No las he probado nunca con sardinas, pero siempre hay una primera vez, no?

    Salud!

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  4. jejeje,mira, al final encontró trabajo, voy a tener que ir yo tambien a la fiesta!!
    Una alegria el leerte, me parto de risa, besos!

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  5. ajajaj menos mal que la cenicienta encontró un final digno jajajja y las sardinas así me parecen estupendas! es uno de mis pescados favoritos, asi que apuntada queda ;)

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  6. Hoola!
    Jo, que historia, esto es como el "Hola" de los cuentos, que bien!
    Las empanadillas muy originales, si señor!
    bss
    Marisa

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  7. Vaya Sr. Lobo, le salen a usted las chicas hasta de debajo de la cama, jajajaja. Me mola más este desenlace de cenicienta independiente que lucha por su sueño y aún más si se encuentra por el camino suculentos manjares que la hacen caer rendida ante sus encantos. Empanadas suculentas, sí señor.
    Besos

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Este bosque es muy chulo, pero a veces se siente uno solo...hazme un poco de compañía con tus cometarios.